El reciclaje de plástico es uno de los principios básicos de la vida ecológica. Para reducir los residuos en los vertederos y evitar la degradación del medio ambiente, tanto los activistas del ecologismo como los recicladores ocasionales han adoptado formas creativas de reciclar el plástico. En muchos lugares del mundo, es incluso obligatorio por ley. 

Pero hay una nueva perspectiva en el horizonte, una que se enfoca en la raíz de la actual crisis mundial de consumo de plástico: la reutilización. Mientras el reciclaje apuesta por gastar menos recursos y evitar que los artículos lleguen al vertedero, la reutilización intenta reformular el concepto de “basura”.

¿Qué es la reutilización, entonces, y cómo se puede poner en práctica para un estilo de vida sin plástico? La reutilización hace hincapié en los productos diseñados para uso múltiple o ilimitado. No es solamente una forma de cambiar nuestra relación con el plástico y el medio ambiente, sino que también tiene efectos en la economía y en el concepto de vida ecológica.

Al fin y al cabo, la naturaleza reutiliza sus propios recursos constantemente. Aquí te dejamos cinco maneras para que tú puedas hacer lo mismo.  

La reutilización es tanto una filosofía como una práctica. Cuando reciclamos, reducimos la cantidad de basura en los vertederos terrestres y marinos. Sin embargo, el principal problema sigue siendo nuestro consumo de plástico. El reciclaje es una solución que reacciona contra los residuos y, aunque es una medida estupenda, sigue requiriendo tiempo, energía y recursos. 

Reutilizar es más barato en términos de mano de obra y requiere menos recursos, lo que significa que gastamos menos y ahorramos más. Dos grandes ejemplos son las botellas de agua de aluminio y las servilletas de tela. El aluminio es un material respetuoso con el planeta ya que su producción requiere pocos recursos. Además, las botellas pueden reutilizarse durante años una vez producidas. En cuanto a las servilletas de tela, son fáciles de lavar y además están disponibles en una variedad de tejidos respetuosos con el medio ambiente, como por ejemplo el bambú, el Tencel y el lino.

Desde el punto de vista de la reutilización, las compras de calidad son importantes ya que esos productos están diseñados para durar mucho tiempo. Una vez más, la reutilización desafía nuestras creencias sobre el consumo: no necesitamos comprar más a menudo, sino hacerlo de forma más inteligente. 

Los artículos de mayor calidad duran más y también tienden a ser más respetuosos con la tierra. Por ejemplo, los productos para el cuidado de la piel pueden comprarse a bajo precio en casi cualquier lugar. Sin embargo, se trata de una de las industrias más «sucias» en cuando al consumo de plásticos, los recursos usados para el transporte de larga distancia y la contaminación durante la fabricación del producto.

Optar por productos de higiene de mayor calidad reduce el impacto medioambiental, y no necesariamente por un precio más alto. Como siempre, asegúrate de buscar productores locales. 

La mayoría de las veces, apostamos por la conveniencia y por el bajo precio en nuestras compras. Sin embargo, una de las formas más fáciles de adoptar un estilo de vida basado en la reutilización es comprar alimentos a granel. Aunque no es muy común, es una de las soluciones de reutilización más sólidas.

La venta directa al por mayor minimiza los envases de plástico y el transporte, ya que elimina a los intermediarios. Como los productos llegan directamente a los consumidores, los precios son más bajos. Además, los minoristas que venden comestibles a granel animan a que la gente lleve sus propios recipientes, lo que minimiza los envases de un solo uso a nivel minorista. [D / envases de plástico]

Los compradores pueden utilizar envases de materiales reutilizables como el vidrio, el papel, el aluminio, el acero inoxidable, el bambú y la madera de haya para comprar y almacenar productos como cereales, frutas y verduras, y también para líquidos como el detergente para la ropa y el jabón para lavar los platos.

Adoptar un estilo de vida basado en la reutilización exige que los consumidores que se replanteen sus hábitos de compra, como la adquisición de alimentos a granel. También les pide que se fijen un poco más en las empresas a las que compran. Algunas marcas se esfuerzan por dar prioridad a la vida ecológica en cada paso, desde la producción hasta el transporte y los materiales de embalaje.

Por lo tanto, ¿a qué aspectos de las empresas deberían prestar atención los consumidores antes de comprar un producto reutilizable? En primer lugar, hay que buscar la visibilidad de la cadena de suministro, que debe priorizar los materiales sostenibles y la energía renovable en todos los niveles. En segundo lugar, hay que interesarse por la vida útil del producto; ¿cuánto durará? Recuerde que la reutilización hace hincapié en el uso múltiple o, preferiblemente, ilimitado. Por último, busque transparencia en las compañías: las empresas que apuestan por la reutilización están orgullosas de ello. 

Hasta ahora, hemos hablado de la filosofía de la reutilización, así como de algunas maneras en que se puede aplicar en el día a día. Pero, ¿cómo podemos ser un poco más precisos en lo que respecta a la reutilización, especialmente en el hogar? Es mucho más fácil de lo que la mayoría cree.

Aquí tienes cinco ejemplos que puedes empezar a aplicar hoy mismo: